Hay veces, que pienso en agarrarte de la camisa y estamparte contra la pared. Besarte con ganas hasta quedarme sin aliento. Quitarte la camiseta allí mismo y contemplar tu torso desnudo. Saltar sobre ti y enlazar mis piernas a tu cintura y que me agarraras con fuerza el trasero. Susurrarte al oído que eres mío. Solo mío.
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