domingo, 24 de marzo de 2013

Relato corto.

Subo las escaleras mientras mi mente le da vueltas a lo que acaba de pasar. Cuando llego abro la puerta de la azotea y salgo mientras el aire acaricia mi cara y revuelve levemente mis cabellos. Me acerco al pequeño muro que me llega hasta la cintura y contemplo la bella ciudad por la noche, con todos sus edificios altos. Siento una gran agonía al pensar en él. Sé que es un amor reñido, donde a los dos nos gusta el juego y odiamos perder. Hay demasiado pasado para que nos deje avanzar con nuestro presente. Quizá sea mejor olvidar esta dolorosa historia, y con ella, este doloroso amor.
Mi largo vestido negro, acaricia el suelo con delicadeza a medida que paseo por la azotea. Los minutos pasan y pasan hasta que oigo como se abre la puerta y lo veo a él, con un traje negro muy elegante y una corbata azul. Su mirada recorre mi cuerpo oculto bajo el vestido y me hace sentir deseada, pero sé que tengo que mantenerme fuerte a mis deseos y no caer de nuevo.

-Estás preciosa esta noche - dice en tono seco y ronco.
-¿Qué narices haces aquí? ¿No lo hemos dejado todo claro ya? No quiero saber nada de ti, Jack. Los dos nos hemos echo mucho daño para seguir con esto.
-¿Te crees que no lo se? Nuestro amor es así Avary, es orgulloso y pasional. Creía que ya lo sabías, por eso nos hace tan fuertes cuando los dos estamos juntos.
-Este amor duele, Jack. -bajo la mirada y mis ojos se humedecen al escucharlo.
-Avary, te quiero. Eso es lo más importante de todo esto, nuestro amor es de verdad. Hay demasiadas mentiras que nos envuelven, pero esto... esto es real Avary. Demasiado real para dejarte escapar.

Jack se acerca a mi, y me agarra fuerte de la cintura, empujándome sobre él. Me mira fijamente a los ojos, y roza sus labios con los míos dulcemente, como si quisiera saborear lentamente este momento.

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