miércoles, 3 de julio de 2013

Relato corto.

-Te quiero. -susurra en mi oído con dulzura.
Sorprendida, me apresuro a buscar las palabras adecuadas, e intento pensar en la realidad. La realidad de que se marcha a cientos de kilómetros en pocos días.
-No puedes quererme. -digo con tristeza.
-¿Por qué?
-Porque vas a irte dentro de poco. -Sí, creo que es lo mejor que se me podría haber ocurrido.
-Pero te quiero.
-No puedes, de verdad.
En décimas de segundo, me doy cuenta de que yo también siento algo, pero me apresuro a eliminar esos sentimientos para evitar dolor. Dolor que habrá cuando llegue el día en que tenga que marcharse.
Me besa, me besa y me besa. Entonces pienso que estoy rozando el cielo con mis dedos, que no habrá mejor momento que ese entre nosotros dos. Rodeados de la noche, del silencio, sin nadie a nuestro alrededor le digo que me encanta su sonrisa. Y ojalá pudiera decirle más cosas, pero se me acelera el pulso con solo notar sus caricias en mi nuca. Me cuesta respirar y siento las pulsaciones aceleradas por todo mi cuerpo. Quiero decirle que me pone nerviosa, pero creo que es bastante obvio, por lo que decido callarme y besarle. Noto sus manos levantando mi camiseta, y en ese momento toco el cielo por completo. Sus dedos acarician mi tripa y los siento deslizarse suavemente. Con nerviosismo, levanto su camiseta y acaricio su cadera, pero lo hago con tanta suavidad que dudo que lo haya notado. Entonces, intento concentrarme y  pensar con serenidad para decirle que no siga.
No quiero hacer algo así si va a tener que irse. No si va a estar a otro país a cientos de kilómetros.
Sé que no le gusta mi respuesta a sus caricias, pero se detiene.
De nuevo, me besa, me besa y vuelve a besarme con más intensidad. Mi lengua acaricia la suya una y otra vez, y mi respiración empieza a alterarse cada vez más. Me falta el aire y siento que tengo que parar, pero no quiero, no quiero separarme de él. No quiero que haya un mínimo centímetro entre nosotros. Solo quiero besarle. Ya habrán kilómetros después, ahora solo quiero sus besos. Porque soy suya.

No hay comentarios:

Publicar un comentario